Las melodías surgen entre los labios y se enlazan con el viento. Celosa nos mira la luna solitaria luna, dueña de los más hermosos pensamientos; nos regala desde su frío brillo polvos de estrellas para el camino que comienza a dibujarse en el horizonte.
Recojo tus besos que me alimentan y prometo ser paciente, que la gotera tiene su ritmo; si el agua surge de golpe nos ahogamos en profundos mares desiertos y si ésta no canta el fuego nos consume cual carbón de hoguera.
Mientras la sombra de sonidos desaparece y tu mirada clavada es la melodía que me invade, segura estoy de mi caricia. Sin camuflaje alguno me hago parte del viaje sin rumbo al que me embarco enlazando mis dedos en tu mano.
Es posible que el sol de esta mañana sea tu sonrisa pura vibrando en mi oído, más no tomes en cuenta el amanecer y déjame tu pecho de almohada que tu latido me mece como en cuna; deja que tu abrazo sea mi abrigo cuando no soporte el frío de Agosto.
Te entrego de mi más intensa luz, que esta es una fiesta incontrolable, más linda, colorida y reparadora; una primavera incipiente que todo revive, como tu piel tibia cobijando mis miedos más profundos.
Sin pudor y con lo más puro que como humano puedo entregar, cuido de tu sueño mientras dormido te observo, en la fragilidad misma, seguro de mi cariño y compañía.
Ya amaneció querido, el chincolito te canta alegre, más no amanezcas, deja mimarte un segundo más.
LB Valdés
¿Cuánto de esto es amor, cuánto es deseo?... ¿Se pueden o no separar?, Si desde el corazón a los dedos no hay nada en mi cuerpo que no hagas vibrar.
[Jorge Drexler]
*Frase de la canción "Aquí y ahora (los primeros tres minutos)" de Gustavo Cerati
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