la mirada más hermosa que detiene el tiempo,
la alegría más pura de su sonrisa única,
los cánticos mas bellos desde su voz de lucha.
Magdalena, Magdalena...
Eres cueca y guitarra,
tierna, dulce y terca;
de tierra fértil campesina,
Magdalena, Magdalena
golondrina libre,
de alas firmes y vuelo incierto,
luz de invierno,
en tu tez de luna
bosque nativo,
en tus ojos eternos.
Ay, Magdalena, Magdalena
inspiración de mil poetas.
LB Valdés
Un nuevo otoño que te alcanza madre mía, energía inagotable de esperanza y luz; gracias por alumbrarme.
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