martes, 1 de febrero de 2011

Garabatos

Me siento en luto, perdí mi identidad, mi energía, mis ganas...
no entiendo bien cuando ni porque... pero aquí estoy, como muerta en vida, un cuerpo sin alma... o un alma equivocada de cuerpo y/o vida.
Tengo un dolor tan grande en el pecho que pareciera hundirse cada día con más fuerza.
Me siento sola, una soledad horrible, una soledad con garras, una soledad que me arrastra, que me detiene, pero que a pesar de todo, me recuerda que en realidad estoy sola.
Puede que lo haya elegido, o puede que las circunstancias me vayan enseñando de ella... puede ser este mi mejor momento, el más hermoso por comprensiones que no me daría la felicidad, la compañía ni la alegría.

Y aún así, duele, duele como quemadura viva... duele.
Estoy en la contradicción misma, dudando de todo, de todos, de mi, del clima, de los sucesos... de todo.

Extraño mi niñez en compañía de Ana, te necesito mi luz morena, te necesito... me tienes huérfana, quizás yo a ti también mi madre de alma... quiero tu abrazo fuerte, esa fortaleza que me levantaba de lo más horrible, donde todo era más sencillo, puro y feliz.
Te extraño Ana hermosa, madre amada... te extraño.

LB Valdés

1 comentario:

Elías Isidor. dijo...

No gusta sentir lo que sientes. En lo etéreo me he de sentir un poco culpable, más sé que dirás que nada tengo que ver. O tal vez sé mal.

Soñé contigo y no debo negarlo desperté con pena. Inevitablemente entré a ver esto y así era lo que había visto en el sueño.

Perdona mi cobardía.
te adoro.