viernes, 17 de diciembre de 2010

Bostezos de madrugada

Si la personalidad me lo permitiera, estaría allí donde todos desean contornear sus cuerpos mientras la luna poco a poco se aleja para dejar paso al sol y su amanecer glorioso, que aleja la excusa del goce tan extraño en mis manos.
Desearía encajar tantas veces, o al menos tener buen olfato en lo que podré disfrutar, como en lo que no seré capaz; como aquellos días en rincones olvidados donde no sabía como inventaría una excusa para explicar mi extraño, solitario y alejado hábitat, mi refugio tan débil.

El bostezo envuelve mi boca y anhelo estar sumisa en el sueño justo ahora, o al menos saber que es justo aquí donde deseo estar, al borde de las ansias, al borde de la sonrisa alegre, como beso robado en un precisar dar.
Aquí como perros andaluces nos hundimos bajo el profundo surrealismo de policía que oye a quien desea esta noche silencio, como aquel que es culpado de fraude al momento de ser estafado... una locura que me da más razones, ánimos para arrancar y culpar a quien se sorprenda de mi extraña personalidad que por más que quiera no podría desobedecer a su solitario camino, a su autista paso, como ciego sin tacto.

LB Valdés

Estaba pendiente, en papelitos sueltos por los bolsillos. Fecha 20 noviembre 2010

1 comentario:

Elias Isidor. dijo...

Como ciego frente al Mar Querida.

Que abrazos llenos de amor, azul profundo y recóndito tinto de vivencias fortuitas y hermosas te den energías y fuerzas para que esos bostezos sean más bien de sueños que de interrogantes y preguntas.

Te amo.