sábado, 20 de marzo de 2010

Y se mostró ante mi

Es un hecho completamente normal y casi insignificante, sin embargo me trajo luz, ilusión, una enorme e inexplicable alegría.
Mi pequeñita, juguetona, amante de los sabores dulces y al parecer un tanto nerviosa como la madre. Mi esperada visita, mi Amparito preciosa... pobrecita, aún le quedan unos meses para nacer y me apropio de ella.
Me he acercado al hermoso vientre de mi hermana y siento como ese mágico mundo se manifiesta, se siente el corazón acelerado de la pequeñita y también toda aquella agua que la envuelve. Amparo jamás se había mostrado para mi, es como si me hubiese regalado una sonrisa esplendorosa.
Es tan bello sentir a mi sobrina desde el vientre de mi hermana, confirmar que realmente hay vida en su interior, de lo poco que nos queda para poder ver sus iluminantes ojos y poder enseñarle tantas cosas, verla idear tantas otras.
En fin, tanta alegría y energía que traerá a mi familia asi como ojalá la haya traido yo al minuto de nacer.
Un milagrito que llegará a mi vida.

LB Valdés

1 comentario:

Paola Malatesto dijo...

quizas estaba en un proceso para conocerte, a lo mejor sentía esa latente energía fuera de lo común y un principio se coívia.. tal vez