lunes, 9 de noviembre de 2009

Pensamientos escritos: El machismo desde mi


Mientras intento trabajar una y otra vez en mi misma y descubrirme desatenta para hacerme reaccionar. Cuando quiero dejar de pensar en que debo "olvidar"... dejar de pensar y mientras más me lo propongo menos me resulta. Días más y más largos en la temporada que detesto del año, al nivel de volverme detestablemente sensible y cursi. No sé si es una coincidencia o una condición el que estos meses son en los que mayor cantidad de emociones tengo, donde o el corazón se me agiganta o se desangra. ¡Qué horror!

Lo primero que recuerdo es que no sé si realmente todo lo que me sucede es por mi amado y detestado género jajaja esa femeneidad que odio con todo mi ser y que a la vez valoro tanto el ser del tipo de mujer fuerte del cual ambas familias me han otorgado; definitivamente haber deseado alguna vez ser parte del otro género es una estupidez pero y cómo no iba a pensarlo si el machismo que arrastra aún mi país se siente desde la cuna en todas las áreas, desde los juegos que me gustaban, los colores hasta cómo sentarme y comer. Incluso diría que la timidez desarrollada fue por ese tipo de "obligaciones" como niñita; por ejemplo que mi padre haya querido verme como una damita bailando ballet envuelta de color rosa - color que también detesto y detestaba - y yo quería trepar y hacer aventuras, ganas que desaparecieron por vergüenza a como me solían tratar inmediatamente de "varon". Simplemente todo lo que adoraba eran cosas de niño, lo cual era incorrecto para una damita. Desde allí, justo allí quise y me propuse ser lo más niño posible para hacer todo lo que yo quería que iba desde comer mucho y sin modales hasta no tener que usar las incomodas faldas, lo que entrando a la adolescencia me llevó a no usar nada que muestre ni piernas ni cuello ni menos aún el cabello completamente suelto, fue allí donde escribí mis primeras historias y lloré tan fuerte por mis claramente fallidos intentos de ser varón. Y aquí me ven, una casi mayor de edad que se esmera por sacar algo de aquella gran alegría y personalidad que callé por no parecer mujer y que hoy entre letras, canto, guitarra y pinceles he ido expulsando, sin embargo aún me molesta de sobremanera que me refrieguen en la cara cuan femenina parezco o puedo ser... que me digan "que linda estás" o "tan coqueta que eres" me hace hervir la sangre y querer desaparecer, pero bueno va de la mano con el crecer.

Estos días de que por la rídicula razón de sentirme más sentimental y lo asocie a que soy "mina" - una estupidez pues los varones no tienen porqué ser unos insensibles - me apesta, me molesta de sobre manera, y sé que si mi amada Ana leyera esto se reiría un buen rato pues soy una reproducción de su misma persona... que mujer más poderosa, ídola máxima.

En fin... esa carga casi política que llega a tener uno cuando tiene que sacar dogmas para mantenerse vivo salen hasta en los más simples comentarios. Algún día eso de "masculinidad y femeneidad" dejará de ser aquellas malditas costumbres que sólo por pertenecer a un género se debe obedecer, será una libertad y una condición netamente asociada a lo biológico. Ya va marchando con los años y espero de corazón ser una buena costructora de futuros.


LB Valdés

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