Las calles me cuentan sus siglos de historia, histeria, vigencia. No sé cuantas veces, cuantas vidas, cuantos besos, cuantas modas, muertes, voces, pasos, despidos, reencuentros... Cuantas palabras hay desplegadas en cada capa de cemento y polvo, de pintura o masilla.
Será que parece ciudad, por su antigüedad y eternidad, este lugar que cobija muertes o almas o ánimas.
Es todo ello capaz de hablar y contarte mientras recorres sus pasillos como el turista curioso de otros callejones más nuevos mientras más pasos dejas por ahí: en el emblemático Cementerio Católico.
LB Valdés
Ando con el bichito del cuento corto. Ahí uno nuevo.
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