domingo, 10 de mayo de 2009

Mi mamá

Hace treinta años que eres madre y de esas madres nada comunes; no tejes ni cocinas pasteles, no haces manualidades ni eres de las que te recibe con la taza servida en casa, ni menos aún estas mucho tiempo en casa. Sin embargo gracias a ti tenemos una independencia rica, basada en tu confianza y el término de lealtad que a cada uno nos has dado.
El dulzor del pastel que pudiste habernos hecho está en tu voz y guitarra, la taza servida en el beso de cada noche o mañana, y las manualidades que te escasean en la sonrisa desde tus verdes ojos, desde aquel rostro suave y rosado que cada año luce más bello y nuestro.
Hace diecisiete años llegué a tus brazos siendo el último canto de niño que coreaste a un hijo. Quizas más de algun defecto podamos encontrar en ti y muchos de ellos calcados en cada uno de nosotros, mas eres nuestra fuente de vida, nuestro punto de unión y cariño. Por sobre todo eres quien nos formó así tal cual somos con poesía y música desde la infancia, con gran energía y fortaleza.
Desde la imagen has sido llamada mami, mamá, madre, mamita o viejita y cada uno se ha apoderado de esos ojos, de ese cuerpo y sentimiento...
todo esto se resume en dos palabras que bien he aprendido a disfrutar y pronunciar: Mi mamá

LB Valdés

1 comentario:

Anónimo dijo...

Soy Mike de mi busqueda, me gusto mucho este texto. Y me dejaste inspirado con uno de tus comentarios. Ojala me puedas mandar tu correo para que podamos hablar sobre nuestros blogs y nuestras inspiraciones.