El futuro que vió tan lejano aquellos ojos de niña aquel imaginado, soñado y hasta admirado tan próximo hoy se ve tan inestable y detestado, se ve con vertiginosa ilusión de lo "mejor" dejado a aquel tiempo y sitio.
La niña, hoy ya crecida, admira sus sueños pasados que comparados quedan tan ilusionistas, la nueva mente, lo descubierto, la venda que se cae de sus ojos, lo que la escasa experiencia la deja suspendida en incertidumbre, en que el futuro llegó tan pronto. El miedo la consume, le atraviesa la piel y habita el alma; la fortaleza tal como el "niña" desaparece, tiemblan los huesos y con ellos los sueños que si fijais la vista el ya tan mozo pierde ella los rapta, aferra al alma, deseando ya no el futuro mismo, si no su vida y presente mismo como un cachorro acogido.
LB Valdés
1 comentario:
Publicar un comentario