Me pongo el traje de cruel, malagradecida y desteñida
soy yo la del último portazo
dime ¿acaso no es eso lo que querías?
mis ojos empapados en llanto,
mi pecho compreso de espanto
sellaron un ¡vete! y en duro.
vete... pero no muy lejos
deja que te alcancen en silencio mis ojos
vete... no por mucho tiempo
haz muecas de regreso pasivo, amistoso, sin misterios
vete.... pero no de mis sueños
que en ellos guardo máximo sentimiento
el no comprendido, el comprimido, el dolorido.
Sé que tus ojos piensan distinto
pero no es desde tu pecho el sonido de tus labios,
si no del vientre en tu cerebro, frío y controlado
para no caer hecho pedazos
por inútilmente no ser débil.
Veamos quien habrá sido más débil,
tu por ciego, por indeciso... por no creerme
yo por doliente sinceridad, reservada... por siempre creerte
Es mi lenguaje, no tengo otro
son mis ojos, mis manos, hasta mis poros
son tus palabras, lo tán lógico
yo en mi sonido tan ilógico.
Aquí estás, aquí estarás
no te irás jamás
eres parte del ayer, del hoy, el mañana
ya verás lo tonto que se verán tantas palabras
cuando sabes que es el cuerpo lo que aclama
palpitar entre mis entrañas
como el mío... observarte cada mañana.
LB Valdés
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