lunes, 25 de agosto de 2008

Algun inquietante recuerdo (19.08.08)

Nutrir el alma con el recuerdo sublime de aquella primavera, tan cerca del inquietante calor veraniego, tan dulce como aquella lágrima de una esperanzada espera.
El mismo olor de tu rostro cercano, la misma inquietud de mis dedos en tu espalda, tu mano suave sujetando nerviosa mis cabellos.
Mis oídos atentos a tu respiración que es música.
Mis pupilas espectantes a tu brillas, tus ojos consultan, yo ya he respuesto; en tus brazos permanezco.
Quizá quede aquello en un recuerdo, y ¿qué más da? bien guardado está dentro de la casilla de mi felicidad, que llena de ti hoy está.
Puede que se desborde, pues la más mínima mirada que hoy entregues será un segunso echo día, una eternidad de mi felicidad tan particular.

LB Valdés.


Y hoy mi casilla esta en su desborde, tu voz me ha devuelto a este mundo que tenía abandonado, me devuelve las ganas de sonreir y dar a mi misma tranquilidad, felicidad.
Quien quiere sonreír lo hará, quien no será nada más que un masoquista. Hoy me revives, hoy me das respiro, esperanza, un día más de soñar despierta.

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