Tras el tropiezo de un vuelo entre mis felicidades y sonrisas, para alojar en mi rostro alguna, supuse que pasaría con rapidez entre tu mirada, entre tus besos, tus abrazos, tus dichas y silenciosas caricias...
más no resistí y detuve el vuelo en ese mismisimo instante que te alojaste en mis entrañas como raíz en tierra, creciente, fuerte con los días, renovable con los años.
Me tope con la renovación de tu rostro, casi entre mi ensueño,
ya no luce tu mirada de ternura, tu sonrisa de querer ser feliz, tus colores de energía.
Ya no observo en ti buscando entre tus pómulos un no me dejes, quedate conmigo,
es lo que hoy reflejo yo en los mios "no me dejes, quedate conmigo", como quisiera haber alcanzado a decirlo, aunque fuese en un silencio, como quisiera gritarte que te espero, que como ana a miguel cuando se hubo perdido por el celoso mar, como quisiera.
Quise repeler el deseo de mirarte, de engañarme y no amarte
más se mantuvo el deseo de tocar tus orejas con mis manos, de reir denuevo de mi contradicción de no usar diminutivos, de encontrar las palabras suaves, de luchar con mi estupidez de demostrar tan poco con palabras, de decir totalmente lo contrario, de volver a explicarte que amarte es lo que quiero.... amarte es lo que quiero.
L.B. Valdés.
Sinceramente he intentado más de mil veces concretar el llamado que deseo realizar, he borrado más de mil versos por no encontrar lo que decirte quiero... que estupidez la mía de no poder decir que aquel libro era sólo para ti, de que mentí al decir que lo escribía para una persona invisible quien supuestamente sería mi futuro eterno cuando fuiste tu la inspiración y los demás rostros que amé esperando tus ojos.
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