martes, 15 de junio de 2010

El mundial



Puedo entender el amor por un deporte, puedo entender lo bonito del simbolismo de un país africano como anfitrión de un mundial de fútbol y puedo entender lo emocionante que debe ser ver al propio equipo nacional representando de alguna forma al país en otro continente, pero hay cosas que de verdad, haciendo todo lo posible por contemplar al otro en sus distintas etapas vitales me cuesta entender que las cosas se detengan por un simple y vano partido de fútbol.


No me cabe en la cabeza por ejemplo, que después de un terremoto que no está resuelto, que hay problemas sin solución para regalar, que problemas que antes estaban se agrabaron y todo aquello... se instale un televisor fuera de la casa de gobierno para VER EL MUNDIAL DE FÚTBOL!!!!! de qué estamos hablando por favor?


Por otro lado me convence cada vez más la idea de escases de análisis y lo mucho que nos han reducido la capacidad de pensar que distingue al ser humano del resto de los animales. Es que acaso no ha pasado nada más en el mundo? En Palestina por ejemplo, todo se solucionó ya?, qué pasó con el petróleo y la imagen de Obama?, qué pasó en mi propio país que hace casi 4 meses lo sacudió un terremoto que dejó a gente en la calle, en invierno, que se venden vergonzosamente mediaguas a los que están necesitando de ellas?, qué pasó con Haití acaso ya está de pie?


Me disgusta, y no es de aguafiestas, me parece un panorama entretenido pero no digno de detener cosas tan esenciales, también es cierto que no es la primera vez - lamentablemente tampoco la última - en que se tapa el sol con un dedo y hay realidades que no vemos pero hey! aterricemos es un balón de fútbol, es un juego, es irreal... Así como el día del padre, abuelo, madre, niño, en fin; como la Navidad y tanta estupidez.


Pero bueno, esto de ir contra la marea es así y lo tengo claro. Querer hacer algo por el mundo no es fácil, intentar tomar las riendas viendo que frente a tus ojos te siguen consumiendo y siguen decidiendo tu destino como ficha de ajedrez tampoco lo es... pero eso si no me conformaré a callar lo que pasa mientras todos imnotizados y ciegos se detienen por una ilusión.


Así es el poder del sistema, así es el poder de los medios y el dinero, así es el ser humano... tan maravillosamente extraño, tan brillante y sumamente estúpido a la vez.





LB Valdés

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