Un otoño que más que colores de hojas caídas trae fríos pasajes de bus; somnolientos amaneceres, cansadas noches, ocupadas y largas tardes.
El reencuentro marca de luz el mes y la melancolía del ayer deja, regresando a casa, un sabor seco en mi boca, un sin sentido en mi mirada, una búsqueda en las manos que llevo secas.
Hermoso, amargado mayo
misterioso, malicioso;
tan bellamente insano a mi recuerdo,
tan ausente en afectos
Mayo, mayo...
sigues maltratando mi verso
sigues burlando mi fuerza,
ilusionista ¿Qué me prepararás?
Eres tu ,preciso, quien refleja mi engaño, mi inútil y preciado engaño.
Mayo, mayo...
constante y degradante,
soleado y frío,
calmo, pasivo;
debastador, debilitante
miénteme... engáñame
Muéstrame lo que quiero ver, refleja lo que en mi no hay, concédeme una tregua; al menos soy tu fiel nombrador, dale al alma un débil descanso que cuando nos volvamos a ver podré ignorarte
Mayo, mayo... no nombrarte.
LB Valdés
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