Cuando la primavera se muestra con sus brotes entre ramas desnudas y hojas caidas, y la reacción humana se muestra con cuerpos caidos y almas desnudas, siento que la hermosa estación es tan bella que deprime, es tan esperanzadora que si estás más solitario y eso te quema aquí te mata.
No me siento ni sola ni de alma desnuda, mas los brotes me muestran una melancolía que me hace revivir... quizás cada vez que escribo observando como la brisa mueve las ramas me inundo de esa melancolía que dan ganas de llorar cual mar. Llorar... todo lo que en el invierno guardé para no inundar junto a la lluvia.
Es el sufrimiento y el dolor lo que he estado trabajando para superarlo y eliminarlo, y quizás mi primer asumir sea con llanto lo que siempre me es un poco dificultoso pues busco brazos silenciosos, cálidos, sin preguntas, sin traspasarle lo que gota a gota elimino.
Quizás es simplemente el mal del que descarga escribiendo y no cuenta con las herramientas en la voz encontrandola entre letras.
LB Valdés
Fuerza tengo, pero que a mis cortos años tenga tanto para pensar... a veces quisiera ser una adolescente inconciente más. ¿Cuántas vidas habrán acumuladas en mi?
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