La esperanza brota como flor de aromo, simplemente sonrío a la brisa, a la luna, a las voces... a la tuya.
Revivo como un árbol desnudo de invierno, en primavera.
Renace mi vitalidad, mis fuerzas, mis letras. Nace el amor guardado, el recuerdo aferrado, los suspiros ya dados.
El positivismo futuro me renueva, mis sueños toman fuerza, mi alma ya celebra de escuchar tu palpitar, tu risa... Casi tan cerca, casi tan mía, ¿qué digo? ya no es mía, lo fue y lo celebro, hoy la escucho y me apodero por segundos de lo que quiero.
Volvemos a la estación que nos acarició, que nos unió.
Siempre es primavera al volverte a ver, hoy florecerán alamedas... te veré, te veré!
Brisas que bailan con mi cabello, hoy danzan con suspiros que escapan de los labios que hube amado, que sigo amando.
El sol débil y tembloroso anuncia amaneceres iluminando mis te quiero que con recelo guardo, tímida como el soleado.
¿Cómo yo te explico? que la vida hubiese esperado, que siempre querré estar a tu lado, como sea, con quien sea.
Si tus labios me han robado, deja que te envuelva en mil abrazos, que te proteja como ángel dormido, que me busques en tus miedos, que yo te acogeré sobre mi pecho. Deja que vuelen ya, te quitaré yo los miedos.
Como agua limpiaré tu cuerpo de malezas y rarezas que te envuelven alejando sueños; yo te los entrego, te guiaré como un camino de regreso.
LB Valdés
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