miércoles, 4 de junio de 2008

El Final

Tu recuerdo se cuela en mí perturbando pensamiento alguno, llegaron tus imágenes sin haberlas llamado. Aquí entre guitarras y agudas voces, sumergida en ésta habitación amplia, fría y solitaria en esencia, aquí donde de pronto los sonidos parecieran cesar y los movimientos se agotasen, me sorprendes con tu imagen tan amada como hasta hace un tiempo.

Te vi muerto en vida, pues es así como te siento. Vino a mí aquella escena que prometimos no realizar, la que entre tactos y suspiros decidimos no cumplir, que sin embargo hoy solemos vivir. ¿Recuerdas? Aquel salón de cine daba pautas y susurrando me decías, “que no nos pase eso por favor”.

¿Serían reales aquellas promesas?, ¿Serían tuyas las palabras arrojadas con tanto dulzor en tu boca?, ¿Seré yo quién amó, quién soñó solitaria y sin mayor razón?

Quizás fui solo unos cuantos besos más en tus labios, una aventura más por recordar y como duele pensar que defendí aquel error que ciega y sorda construí.

Te observo, pareciera que vienes por mi, te ves más hermoso de lo que alcanzaba a recordar, tus ojos más tiernos que antes, alcanzaba a oír el sonido de tu palpitar, el bombeo de tu corazón como emocionado ante mi presencia.

Parecías tan angelical, tan libre de todo. Pero estabas tan muerto, eras una ilusión que quería engañarme, quizá tu alma venía a encontrarse con la mía…

Quizá sean mis ganas de sentirte tan cerca, tan seguro de que te amo mas que nunca y más que cualquiera que quisiera amarte.

Puedo percibir tu olor, puedo distinguir tu voz… pero que sueño más maravilloso, si tan sólo fueras en carne y hueso frente a mi, si tan solo permitieras que mis brazos te alcanzasen, que calmasen tu dolor, que reparasen tanta confusión.

De pronto te encuentro agonizando en mi, hay dos opciones en mis manos: dejarte ir y enterrar en las frías tierras del olvido, sentimientos reprimidos o tomar tu mano y devolver tu alma cándida a la mía.

Tiemblo de pensar que es un final lo que vivo, lágrimas que sin razón se arrojan, conclusiones queriendo ser pesadillas, corazón que late en falso.

Ya muy lejos de aquella amplia habitación me sorprendo ante tus melodías, que por un momento vuelvo a habitar. Pasado que se cuela en mi presente como si este interrumpiese su lejano paso, como si el presente fuera causa de las heridas pasadas, de los delirios que inútiles arroje junto a las palabras caladas como julio en el cuerpo, como lava en senderos.

Dos caminos, dos pies distintos, no logro conformarme y he construido. Sucede que me canso de ser carne, sucede que me canso de amar al viento, sucede que me canso de injusticias y descaros, confusiones y dichos falsos.

Como duele la verdad al mundo, más duele la bofetada a aquel sincero, que rema contra la marea, que camina al descompás y por tener conciencia es pobre en presencias.

¿Tendrás tú, conciencia?, ¿Será que ya elegiste el camino? De seguro es invisible al mío que deshabitas con descaro y sin aviso, que con cobardía abandonaste sin asumir que he sido parte de un trozo del tuyos, sin asumir que también soñaste con futuros compartidos.

Es éste el final, ¿Qué más puedo esperar?
La soledad vuelvo a habitar, no quisiste entender que fui ave queriendo vivir sin reprimir al amor por lo que es.
Antes de ti amé, distinto y dolido, pero amé. En tu razón compleja no habitó lo que sincera y con conciencia confesé, recibiendo la bofetada del honesto, un remo herido para embarcar a contraluz una vez más, como ser incomprendido.

Blog absolutamente botado... hoy he vuelto a la palabra me tiro con historias más largas.
besos a aquel que lee en silencio sin aviso de aquello... Gracias.

LB Valdés

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