Aún recuerdo cuando a mi adorado profesor de religión le comenté que lo había visto con su mujer, de la cual me habia comentado bastante, desde como la conquistó, en fin.
Alegre y chispeante me dice: "y la visté?" ( haciendo un vientre imaginario), yo sorprendida le digo: "esta embarazada!!, Felicidades profe!", el agradecido y sin dejar de sonreir me pide tres abrazos, pues estaba a la espera de tres hermosos angelitos.
Hace un tiempo me comunica que su mujer no se ha sentido muy bien, "no ha pasado una buena noche", me decia con su dulce mirada.
Bueno hace un par de días me enteré de que aquel sueño de ser padre porfin y de tres hemosos pequeños se rompe con el fin de este embarazo. Estos angelitos no alcanzaron a conocer este mundo, ni apreciar los hermosos padres que los esperaban, sin embargo, ahora son tres los que cuidan a mi adorado profesor, con la alegria, sencillez e ingenuidad de todo niño.
No podré abrazarlo y darle aliento, pero se que ahora amará mas que nunca a su mujer.
Bueno, aquella es la primera ahora viene la segunda:
Ayer fue mi último día de clases, todos los cursos preparando convivencias, despedidas, amigos secretos, en fin.
Yo fuí por última vez en el año a visitar a mi adorada biblotecaria, la que me alegra cada mañana, cada tarde que la visito, a la que necesito ver dia a dia.
Ingenua fuí y le dije: "Señito de aqui no la veo hasta el próximo año, me vengo a despedir"... "ay laurita yo no vuelvo el año que viene"... mi pecho se apretó, mis ojos desorbitados preguntaban "porqué?", una respuesta llena de recuerdos, nostalgia y lágrimas me dice: "Me despidieron".
Creí caer, con quién conversaré mi amor por los libros, de las nuevas exposisiones, de las explosiones culturales, con quien reiré cada mañana, a quien pediré los libros mas rebuscados. Ay, que será de mi sin ella allí, que será de esa biblioteca sin su presencia y cuidado, ir allí era como entrar en la propia casa de mi adorada Lily, ahora pierde todo brillo, valor y paz.
Ambas noticias me inundan el corazón, me dan mucho que pensar, muchas miradas caidas y demasiada tristeza y nostalgia.
Supongo que algo mi señito ya no estará ahí porque algo mejor le espera y espero también que lo ocurrido con aquellos tres angelitos es porque no merecían conocer aquel mundo tan cruel en el que vivimos y ahora quieren proteger a sus padres a partir del viento.
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