lunes, 3 de diciembre de 2007

Diciembre

(Muchacha en la ventana - Salvador Dalí)

Llegó diciembre, se espera la maldita navidad, el año nuevo, las vacaciones, la PSU, las graduaciones... en fin... tan esperado por algunos, tan maldito para otros.
La navidad personalmente me carga, tener un año mas que mamarme la cena familiar, donde mi madre intenta una vez mas hacernos creer en Dios, en fin.
El mes donde tienes que despedir tantas cosas, donde nuevos desafios y sueños para otro año comienzan a aflorar. La esperanza, las espectativas, los resultados de un año de esfuerzos, las desiluciones de lo que no se pudo, de lo que no se cumplio, el volver a prometer "el próximo año si".

Un mes que me agota y me anima en su término, sobretodo cuando sientes que hay una razón más para que sea un año maravilloso, nuevo como todos... sin comparación al anterior.
Mi corazón se agita, se acelera, se adelanta y espera ancioso el paso del tiempo, para hablar por si solo, para no tener que consultar a la razón lo bueno o lo malo, para ser el protagonista de una historia que comienza lentamente a construir un pilar inmenso, indestructible ante la incomprensión, ante el dolor, ante la angustia, ese pilar que te hace llegar a su cima, aquel pilar que nos devuelve la fe, la sonrisa, la estupidez.... el amor.
El mismo que hace ser irrespetuosa e irresponsable a la razón.
El mismo que nos despega los pies de la tierra, que nos hace recordar que aun estamos vivos, que aun se puede ser feliz, que aun se puede creer en el.

Un mes donde además la cultura se viste de gala y nos sonrie radiante ye hermosa, haciendonos recordar y ver que hay algo mas, que no esta todo dicho, que aun falta por vivir, por disfrutar y que se puede quedar en el perchero el dolor, la mala cara, el paisaje gris. Aquella que nos devuelve la fantasía, la imaginación, aquello que creiamos perdido.

Aqui mis letras de vuelta, aterrizando para llevar a otro a volar conmigo.

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